El camino de Cobisa en Invierno |
Por
caminos conocidos. Los otros caminos. Bienvenido a casa
Me levanto a las seis pero no soy el primero en salir del
hostal. Estoy optimista, seguro de que voy a tener buen viaje. Preparo el
equipaje sin preocuparme de la lluvia y acierto. Llego a Mascaraque en seguida
y las señales me juegan una mala pasada. Igual que ayer. Es muy pronto y
todo está cerrado así que paso sin poder
tomar el desayuno que me apetece.
![]() |
Almonacid, Mascaraque y Mora |
Almonacid tiene un castillo que se ve desde Toledo. Es una
ruina romántica. Espero volver para acercarme más a él. Mantengo una
conversación con un anciano que no se sorprende de mi largo caminar. Lo único
que quiere saber es si trabajo en la Ford, como su hijo. Luego, en la salida,
hay un café abierto en el que el dueño y tres parroquianos cotillean a voces y
con crueldad de alguien que se casó por dinero y de una morenaza de bandera con
la que además se puede hablar. Y follar, recalca uno. Desvergonzado el insulto
y el tono mientras una mujer callada barre un suelo de
mierda antigua de bar antiguo.
Entre Almonacid y Nambroca hay un tramo de coto que me
recuerda mis correrías por la finca toledana de Los Alijares. Plantas nuevas,
tomillo a degüello, como antaño, el terreno de cuarzo y ríos de hormigas. Antes
de llegar a Nambroca me siento, como y me descalzo. Al reanudar la marcha toco
la armónica con soltura y canto en voz alta.
Creía que desde Nambroca los caminos ya eran conocidos pero
no es así y, hasta Burguillos, se va por un camino por el que nunca fui. Es
sábado y hay toledanos en bici y caminado. Con alguno me paro a hablar.
Necesito hablar con gente. Faltan señales, las pocas que hay son aparatosas y
caras, pero falta la modesta flechita amarilla.
Los otros caminos
En Burguillos me reciben Irene y Pablo. Ya no tengo que mirar las señales porque
hasta Cobisa ya lo caminé antes, en invierno.
En Cobisa está Gloria, Andrés Isabel y Paloma.
Se vienen conmigo hasta Toledo andando y Gloria coordina con el coche el
contacto con los que esperan en el parador de turismo. En la circunvalación de
Toledo se nos unen Jaime, Kity, Pepe y Andrea. Seguimos caminando juntos hasta
la casa de Gloria donde acuden Lucía y Adolfo, y me celebran con pancartas y
regalos. .
No paro de hablar y creo que el camino seguirá en mí varios
días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario